Son momentos únicos e irrepetibles que pasan tan rápido que casi no nos damos cuenta. Sesión que se realiza a domicilio o si lo prefieres también podemos desplazarnos al hospital donde des a luz. En cualquier caso, buscaremos un entorno cómodo y relajado tanto para la mamá como para el bebé. Se trata de sesiones largas que duran en torno a tres horas pero cada reportaje es único adaptándonos a cada bebé y al ritmo que él nos marque. Además de hacer fotos compartiremos otros momentos: el recién nacido comerá, seguro que habrá algún cambio de pañal, mimos, caricias y pocas palabras intentando que el bebé se relaje hasta que se duerma. El mejor momento para realizar estas sesiones es durante los primeros quince días de vida cuando el bebé conserva todavía la postura fetal y su sueño es profundo.